
Lamentablemente para la gran mayoría de usuarios de Windows 10, el 14 de octubre de 2025 dejarán de recibir actualizaciones en materia de seguridad.
Ahora, con la fecha límite cada vez más cerca, muchos se han propuesto la tarea de actualizar a Windows 11, lo que en ciertos casos la transición resulta sencilla, pero en otros una pesadilla.
Por lo tanto, si actualmente te encuentras en esta situación, estate tranquilo, ya que en este breve artículo se explicarán las razones más comunes por las que podrías tener problemas para actualizar, y también se darán las soluciones más sencillas para salir del apuro.
¿Por qué no puedes actualizar de Windows 10 a Windows 11?
Al parecer, los bloqueos que impiden la actualización se pueden deber a diferentes motivos, que suelen agruparse en cuatro categorías:
- Incompatibilidad de controladores
- Incompatibilidad de software
- Incompatibilidad de hardware
- No cumplir los requisitos mínimos
Incompatibilidad a nivel de conductores
Quizás sea uno de los problemas más sencillos de solucionar. Por lo general, se produce porque los controladores que utilizas son muy antiguos o son versiones beta sin soporte oficial.
Por ende, si quieres evitarlo la mejor solución será mantener tus controladores actualizados, descargándolos directamente desde la página web oficial de cada fabricante.
Recuerda, los drivers que más problemas pueden causar son los de la tarjeta gráfica, el chipset, la tarjeta de sonido y las soluciones de red.
Incompatibilidad a nivel de software
Aunque suena raro, es posible que el software que usas en Windows 10 sea incompatible con Windows 11, y esto suele ocurrir con aplicaciones muy antiguas o poco comunes.
Para ello, puedes probar a actualizar el software, y si eso no funciona, la última opción es desinstalarlo. Asimismo, para evitar estos problemas se aconseja usar siempre software original y mantener los juegos y aplicaciones debidamente actualizados.
Incompatibilidad a nivel de hardware
Esta es una de las causas más problemáticas, y la solución más común es reemplazar el hardware que está provocando el conflicto.
Ahora, antes de realizar esto, es clave intentar actualizar los controladores y el firmware del hardware en cuestión. También puedes usar el solucionador de problemas de Windows para ver si el error se puede resolver de manera sencilla.
Ten presente que a veces el problema también puede ser causado por una mala configuración o incluso por la falta de mantenimiento del PC, como la acumulación de polvo.
No cumplir los requisitos mínimos
Si tu ordenador no cumple con los requisitos mínimos de Windows 11, la actualización se bloqueará por completo. Estos son los requisitos:
- CPU: 64 bits con 2 o más núcleos (Core de 8ª generación, Ryzen 2000 o superior).
- RAM: 4 GB.
- Almacenamiento: 64 GB libres.
- GPU: compatible con DirectX 12 con el controlador WDDM 2.0.
- Firmware: UEFI con Arranque Seguro .
- Chip: TPM 2.0 o equivalente.
En caso de que el equipo no cumpla con el requisito del chip TPM 2.0, pero tiene un procesador Intel o AMD, puedes activar el Intel PTT o el AMD fTPM desde la BIOS, ya que estas tecnologías cumplen la misma función.
No obstante, si el ordenador no cumple con otros requisitos, tienes varias opciones:
- Procesador: si no tienes una CPU compatible, tendrás que cambiar el procesador, lo que podría implicar también el cambio de la placa base y la RAM.
- RAM: la solución es sencilla y económica, solo necesitas comprar más RAM.
- GPU: necesitarás una tarjeta gráfica que cumpla los requisitos, o un procesador con GPU integrada compatible.
En conclusión, si todo lo demás falla, también tendrás la opción de forzar la instalación de Windows 11, aunque no es lo ideal, es una alternativa viable para muchos usuarios.
Otros artículos interesantes:
- Contraseñas continúan siendo dolor de cabeza, pese a códigos
- Misteriosa llegada de Windows 11 a PCs no compatibles
- Windows: instala la nueva actualización de junio 2025
(S.M.C)